Y renaceré como el cuervo, te encontraré tras la muerte, para atraparte entre mis garras y destrozar tu cuerpo con mi frenético deseo. Regresaré para amarte.

domingo, 24 de marzo de 2013

A.W.R - expediente


Número de expediente: 143.567.980 
Clasificación: Vampiro
Siglas del investigado: A. W. R
Lugar donde se tomaron las muestras: Sur de España
Investigador a cargo: David Talbot
Fecha: 2 de Agosto de 1986 

Acababa de ponerse el sol tras un tórrido día de verano. Podía sentir como el sudor provocaba que se pegara mi camisa de algodón blanco al cuerpo. Los botones de la camisa sobraban, pero por decoro los tenía abotonados casi hasta el principal. No llevaba corbata, ni chaqueta ni ningún otro atuendo más la camisa y unos pantalones veraniegos bastante agradables al tacto. La brisa agradable del mar se colaba entre mis cabellos como si fuese el aliento de algún Dios olvidado por la mayoría de los hombres. 

Me hallaba situado en una de las Avenidas más recorridas de la ciudad de Cádiz. El mar se escuchaba salpicando las rocas y también la arena húmeda que acariciaba como si fuese un látigo. Mis pies estaban cansados y mi ánimo derrotado. Estaba buscando a un vampiro peculiar. Me habían hablado de él como una bestia sin conciencia que vagaba destrozando todo lo que se paraba ante él. Si bien, su astucia me decía todo lo contrario. 

-Hola hijo de puta- una voz con un acento peculiar, como todos los ciudadanos del sur, sonó tras mi espalda. 

No lo esperaba. Pese a ser un experto en ésta clase de criaturas, y aún más en presencias, aquel primer encuentro fue demasiado inesperado. 

-Supongo que tú eres Amaury -respondí sin girarme hasta que su mano blanca como la propia espuma del mar que teníamos a nuestra espalda, igual que ella, se colocó en mi hombro y provocó que me girara. 

Admito que quedé estupefacto. Era el semblante de un muchacho de no más de veinte años. Tenía el cabello castaño oscuro con algunos reflejos rojizos. Sus labios eran pinceladas agradables en un rostro rudo, tal vez intentando mostrarse fiero ante un intruso en su territorio. Sin embargo, lo más fascinante eran sus ojos. Tenía unos ojos café que parecían tan calientes que me provocó mayor sofoco. 

-Supongo que tú eres el hijo de puta que me anda buscando -esbozó una sonrisa que no presagiaba nada bueno. 

Ya no tenía la fuerza de antaño, aunque intenté que mi diplomacia se hubiese incrementado con el paso de los años. Aquel muchacho vestido de negro y con ciertos abalorios de plata, como una cadena con la cruz de isis y sendos anillos en sus dedos finos, me hicieron pensar que tan sólo quería camuflarse con la oscuridad y pasar desapercibido. Él, el cual lo llamaban el voraz asesino, era un chiquillo con colmillos puntiagudos que se dejaban ver con facilidad cuando hablaba. 

-Así es, pero te agradecería que me tratases con menos familiaridad y mayor educación. No vengo a dañarte, tan sólo quiero rellenar mis informes. 

-Para controlarnos como si fuésemos una plaga de ratas en vuestras preciadas alcantarillas. Ya, claro. Yo lo entiendo, tú lo entiendes, todos lo entendemos y yo no voy a dejar que digas mucho de mí. Tan sólo espero que te quede claro una cosa soplapollas y es que estoy hasta los putos cojones de gentuza metiéndose en mis asuntos. Yo no soy un maníaco, si mato a alguien es para vivir. ¿O es que tú no matas una vaca para hacerte un rosbif- hablaba rápido y no estaba habitado a su idioma. Mi acento chocaba con el suyo y aunque sabía que podía comprenderme si hablaba en inglés, incluso él podía hablarlo, no parecía por la labor de hacer más fácil el entendimiento mutuo. 

-No, no funciona así- quería verlo de cerca, bajo otra luz más intensa y sobre todo saber por qué destrozaba a ciertos hombres y a otros los dejaba libres de su yugo.

-Un huevo que no- con un rápido movimiento, el cual no pude esquivar debido a mis años, terminé cayendo al mar embravecido -. Me suda la polla si te mueres o sobrevives, pero como te acerques más a mí te juro que te abriré la garganta y derramaré tu sangre. Por ahora no eres hombre muerto – se había inclinado y miraba hacia el borde, donde me agarraba intentando seguir vivo- Buen día, David. 

Sobreviví gracias a un hombre que paseaba con su perro, o más bien al can que me olfateó y comenzó a ladrar. De Amaury no he sabido mucho más, tan sólo he podido confirmar que es el autor de varios libros de poesía algo extrañas, unas novelas de vampiros donde no se describe y una de ángeles llena de controversias. Éste caso sigue abierto. Él está vivo por algún lugar de éste mundo, quizás en aquella mística y antigua ciudad. 

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Derechos de Autor y Licencia

Safe Creative #0906284062744
muerte por vida
un precio caro
pero habitual
somos animales
somos todos animales
hijos de un dios
hijos de las sombras
hijos de la eternidad
no podemos renegar
no podemos olvidar
incluso lucifer fue engendrado por él
la concepción que él nos ha dado
nos ha hecho ser como somos
por eso matamos
porque está en nuestra naturaleza
¿somos tan terribles?
¿más que un asesino despiadado?
¿más que un dictador?
¿más que un hombre que enseña a su hijo a matar avecillas?

...

no somos monstruos
simplemente sobrevivimos...
con tu sangre
con tu alma
pero es supervivencia.

aqui gana el más fuerte

Sueños - AWR


sueño profundo y doloroso... sueño de sangre y noche
sueño contínuo en lo eterno...
sintiéndote navegar en eter...
un eter que se vuelve fangoso... rojizo... sublime
¡Sangre!... sólo sangre... cálida y fresca... deslumbrante
nube vamporosa con aroma a mujer...
la primera víctima de la noche... la elegida.
tacones lejanos con contoneo de caderas carismático...
para luego escuchar un grito de terror...
y luego...
y luego... NADA

Dama Sombría

Dama de las sombras
mujer de corte oscura
tú vienes a cortar el último hilo de vida
el último aliento..
cruel dama nocturna
cruel mujer...
que viene junto a la muerte, de la mano
señora que sonríe... que se jacta de mi destino
mientras la calavera señala mi destino... un foso... un lugar junto a la tierra y sus gusanos.
hoy yaceré muerto al despuntar alba
hoy... habrá acabado mi andanza por la tierra
hoy descansaran mis huesos, pero no mi alma.
Si bien... cruel aunque hermosa
desfilaras con la muerte, danzarás con ella, y la luz del día disipará tu figura.
tal vez lloren por mí, canten salmos y las campanas repiquen...
como tal vez termine como Paganini... en un carro... esperando sepulcro durante años.
danza y ríete de mi miseria
hija de la noche
mujer que no da tregua...
capa oscura y pesada, fúnebre sombra
que engalana el manto de la muerte.

somos idiotas afortunados

La vida cae... en una persona... el telón cae

cae pero otra empieza

empieza en un mundo rojo.... teñido por la sangre

con el ruido del tañir de las campanas de una muerte que yace en el campo santo del olvido...

un mundo donde los esperanzados son pocos...

y los diablos sin rumbo muchos

somos diablos

pobres almas

desamparados

odiados hombres de paja

que añaden a la historia... a la historia del día a día...

historia que despreciamos y amamos por igual

somos idiotas

que no agradecemos lo que tenemos

que detestamos el suelo que pisamos

pero cuando van a levantar la hoz para que espiremos... gritamos, lloramos y rogamos.

somos afortunados

y no nos damos cuenta

que esos pequeños baches

que esas soledades

y esos silencios sin sustancia

son la savia de algo grande

es la sangre de la mortalidad

y de la inmortalidad en si misma.