Y renaceré como el cuervo, te encontraré tras la muerte, para atraparte entre mis garras y destrozar tu cuerpo con mi frenético deseo. Regresaré para amarte.

viernes, 12 de abril de 2013

Infierno de violines


Fuego en medio de los pastos verdes,
estruendo de ramas contra el río celestial.
La luna se observa en el río
mientras los amantes suspiran.

Incapaces son todos de ver las llamas,
se alzan siendo hermosas amapolas
que pronto bailarán al compás de los cisnes.
Caerá el telón y me convertiré en humo.

Besos de Don Juan a una Julieta
la cual cae en la trampa del lobo.
Y mientras ella muere, sin su caperuza,
las flores emiten su fragancia.

Pastos verdes de trigo joven,
cebada y centeno que arrullan belleza
mientras los cocodrilos del pantano descansan.
La misma belleza de mis mariposas negras.

Fuego entre las cuerdas de mi violín,
las rosas emergen de mi pecho
y sobresalen de mis labios como colmillos.
Hoy he visto la verdad en tu mirada.

Cenizas, pasto pisado, ganado de humanos,
el teatro y las llamas que lo consumieron.
Abrázame en éste mundo incierto
y mientras lo haces te clavaré un puñal.

Fuego en medio de los pastos verdes,
pastosde trigo joven, cebada y centeno
donde Romeo se ahorca al perder a Julieta
y Don Juan baila con los cocodrilos.

Poema de Amaury William Rose (Ángel González) para El Jardín Salvaje y bajo derechos de SC y LCC.

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Derechos de Autor y Licencia

Safe Creative #0906284062744
muerte por vida
un precio caro
pero habitual
somos animales
somos todos animales
hijos de un dios
hijos de las sombras
hijos de la eternidad
no podemos renegar
no podemos olvidar
incluso lucifer fue engendrado por él
la concepción que él nos ha dado
nos ha hecho ser como somos
por eso matamos
porque está en nuestra naturaleza
¿somos tan terribles?
¿más que un asesino despiadado?
¿más que un dictador?
¿más que un hombre que enseña a su hijo a matar avecillas?

...

no somos monstruos
simplemente sobrevivimos...
con tu sangre
con tu alma
pero es supervivencia.

aqui gana el más fuerte

Sueños - AWR


sueño profundo y doloroso... sueño de sangre y noche
sueño contínuo en lo eterno...
sintiéndote navegar en eter...
un eter que se vuelve fangoso... rojizo... sublime
¡Sangre!... sólo sangre... cálida y fresca... deslumbrante
nube vamporosa con aroma a mujer...
la primera víctima de la noche... la elegida.
tacones lejanos con contoneo de caderas carismático...
para luego escuchar un grito de terror...
y luego...
y luego... NADA

Dama Sombría

Dama de las sombras
mujer de corte oscura
tú vienes a cortar el último hilo de vida
el último aliento..
cruel dama nocturna
cruel mujer...
que viene junto a la muerte, de la mano
señora que sonríe... que se jacta de mi destino
mientras la calavera señala mi destino... un foso... un lugar junto a la tierra y sus gusanos.
hoy yaceré muerto al despuntar alba
hoy... habrá acabado mi andanza por la tierra
hoy descansaran mis huesos, pero no mi alma.
Si bien... cruel aunque hermosa
desfilaras con la muerte, danzarás con ella, y la luz del día disipará tu figura.
tal vez lloren por mí, canten salmos y las campanas repiquen...
como tal vez termine como Paganini... en un carro... esperando sepulcro durante años.
danza y ríete de mi miseria
hija de la noche
mujer que no da tregua...
capa oscura y pesada, fúnebre sombra
que engalana el manto de la muerte.

somos idiotas afortunados

La vida cae... en una persona... el telón cae

cae pero otra empieza

empieza en un mundo rojo.... teñido por la sangre

con el ruido del tañir de las campanas de una muerte que yace en el campo santo del olvido...

un mundo donde los esperanzados son pocos...

y los diablos sin rumbo muchos

somos diablos

pobres almas

desamparados

odiados hombres de paja

que añaden a la historia... a la historia del día a día...

historia que despreciamos y amamos por igual

somos idiotas

que no agradecemos lo que tenemos

que detestamos el suelo que pisamos

pero cuando van a levantar la hoz para que espiremos... gritamos, lloramos y rogamos.

somos afortunados

y no nos damos cuenta

que esos pequeños baches

que esas soledades

y esos silencios sin sustancia

son la savia de algo grande

es la sangre de la mortalidad

y de la inmortalidad en si misma.