Flores de la ilusión surgiendo en mi pecho,
tan granates como la sangre de las rosas
que una vez bebí de tus tiernos labios.
Girasoles nocturnos en un amanecer eterno.
Y renaceré como el cuervo, te encontraré tras la muerte, para atraparte entre mis garras y destrozar tu cuerpo con mi frenético deseo. Regresaré para amarte.
La vida cae... en una persona... el telón cae
cae pero otra empieza
empieza en un mundo rojo.... teñido por la sangre
con el ruido del tañir de las campanas de una muerte que yace en el campo santo del olvido...
un mundo donde los esperanzados son pocos...
y los diablos sin rumbo muchos
somos diablos
pobres almas
desamparados
odiados hombres de paja
que añaden a la historia... a la historia del día a día...
historia que despreciamos y amamos por igual
somos idiotas
que no agradecemos lo que tenemos
que detestamos el suelo que pisamos
pero cuando van a levantar la hoz para que espiremos... gritamos, lloramos y rogamos.
somos afortunados
y no nos damos cuenta
que esos pequeños baches
que esas soledades
y esos silencios sin sustancia
son la savia de algo grande
es la sangre de la mortalidad
y de la inmortalidad en si misma.
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