Una voz grabe reza por mi alma
Mientras me desplazo en una danza
Tan magnética que calma
Las lágrimas de mi desesperanza
Vengo del lejano pasaje del amor
Donde nos tuvimos los dos
Aquel lugar donde se es joven
Y se palpan cosas que no se ven
El eterno rumor de una salve
Los ungüentos de un párroco
El nunca jamás del ave
De ese con el pico torvo
Regreso a la tierra en cenizas
Vuelvo a ser tan libre
En cada una de las briznas
Que mecen las nubes en el aire
Son el último repicar de campanas
El pueblo llora mi muerte
Querida mía, se fuerte
No he muerto de enfermedad insana
Volveré a la vida, como el cuervo
Para proteger lo que una vez fue mío
Regresaré a tu lado, como el cuervo
Para calmar tu cuerpo del atenazante frío
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