Y renaceré como el cuervo, te encontraré tras la muerte, para atraparte entre mis garras y destrozar tu cuerpo con mi frenético deseo. Regresaré para amarte.

lunes, 31 de agosto de 2009

Vida en la barra


El último cigarrillo se prendía en mis labios, el aire pasaba cargado de nicotina y mi cuerpo se dejaba estremecer. Mis manos olían a tabaco, como mis labios y mi ropa. Aunque esta última tenía una fragancia especial mezclada con mi perfume personal. Sonreía en la penumbra mientras la veía danzar. Tan suelta y erótica en la barra de aquel bar. Mis ojos oscuros se clavaban en los suyos, una gogó más que amenazaban la fiesta de hombres que no querían regresar a casa.

Me enamoré. Se puede decir que lo hice. Aunque en ese momento únicamente noté como me molestaba el pantalón. Sonreía sin importarme nada, el descaro siempre fue propio de mí y a ella no parecía importarle. A nadie le importaba o interesaba lo que yo pensara. Mis labios se perfilaban siempre crueles o solitarios, y con ese sabor inconfundible del whisky, pero esta vez se veían mágicamente voraces. Quería morder su piel y atravesar sus carnes, devorarla como un lobo en mitad de la fría estepa.

Desde aquella noche fui preso de sus contoneos. Se movía como una serpiente, pero sus ojos eran de gata salvaje. Sus uñas postizas arañaban la metálica barra de la que se agarraba con sutileza. Era su victima, ella no era la mía. Lo supe y lo medité con calma. Siempre a una distancia pertinente, siempre acariciando mi entrepierna con impaciencia e indecencia. Pero ¿Qué caballero de esa sala no lo había hecho ya? Sin embargo, para mí era mi musa, la inspiración de cada tortuosa noche al llegar a casa con mi mujer.

He de decir que jamás la toqué. No era capaz de palpar su cuerpo y romper el encanto. Tampoco quería conversar, por si su voz no era como yo esperaba. Era un amor de colegial, hacia algo magnético e imposible de alcanzar o soñar. Sí, algo así.

Una noche al llegar al local vi coches patrullas y agentes acordonando la zona. Se había cometido un asesinato. Su cuerpo había aparecido desollado en uno de los lavabos del local y había sido encontrado por uno de los numerosos clientes. No daban demasiados datos, tan sólo su nombre y edad. En ese instante mi alma se quedó hecha tizas, como si alguien la hubiera congelado y después triturado en una gran picadora de hielo. Mi musa, me habían arrancado mi musa.

Desde ese día no disfruto la vida, tan sólo saboreo los instantes del pasado mientras calo mi cigarrillo y me pregunto qué hubiera pasado… ¿qué? ¿Qué hubiera ocurrido si hubiera tenido agallas de romper el hechizo?

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muerte por vida
un precio caro
pero habitual
somos animales
somos todos animales
hijos de un dios
hijos de las sombras
hijos de la eternidad
no podemos renegar
no podemos olvidar
incluso lucifer fue engendrado por él
la concepción que él nos ha dado
nos ha hecho ser como somos
por eso matamos
porque está en nuestra naturaleza
¿somos tan terribles?
¿más que un asesino despiadado?
¿más que un dictador?
¿más que un hombre que enseña a su hijo a matar avecillas?

...

no somos monstruos
simplemente sobrevivimos...
con tu sangre
con tu alma
pero es supervivencia.

aqui gana el más fuerte

Sueños - AWR


sueño profundo y doloroso... sueño de sangre y noche
sueño contínuo en lo eterno...
sintiéndote navegar en eter...
un eter que se vuelve fangoso... rojizo... sublime
¡Sangre!... sólo sangre... cálida y fresca... deslumbrante
nube vamporosa con aroma a mujer...
la primera víctima de la noche... la elegida.
tacones lejanos con contoneo de caderas carismático...
para luego escuchar un grito de terror...
y luego...
y luego... NADA

Dama Sombría

Dama de las sombras
mujer de corte oscura
tú vienes a cortar el último hilo de vida
el último aliento..
cruel dama nocturna
cruel mujer...
que viene junto a la muerte, de la mano
señora que sonríe... que se jacta de mi destino
mientras la calavera señala mi destino... un foso... un lugar junto a la tierra y sus gusanos.
hoy yaceré muerto al despuntar alba
hoy... habrá acabado mi andanza por la tierra
hoy descansaran mis huesos, pero no mi alma.
Si bien... cruel aunque hermosa
desfilaras con la muerte, danzarás con ella, y la luz del día disipará tu figura.
tal vez lloren por mí, canten salmos y las campanas repiquen...
como tal vez termine como Paganini... en un carro... esperando sepulcro durante años.
danza y ríete de mi miseria
hija de la noche
mujer que no da tregua...
capa oscura y pesada, fúnebre sombra
que engalana el manto de la muerte.

somos idiotas afortunados

La vida cae... en una persona... el telón cae

cae pero otra empieza

empieza en un mundo rojo.... teñido por la sangre

con el ruido del tañir de las campanas de una muerte que yace en el campo santo del olvido...

un mundo donde los esperanzados son pocos...

y los diablos sin rumbo muchos

somos diablos

pobres almas

desamparados

odiados hombres de paja

que añaden a la historia... a la historia del día a día...

historia que despreciamos y amamos por igual

somos idiotas

que no agradecemos lo que tenemos

que detestamos el suelo que pisamos

pero cuando van a levantar la hoz para que espiremos... gritamos, lloramos y rogamos.

somos afortunados

y no nos damos cuenta

que esos pequeños baches

que esas soledades

y esos silencios sin sustancia

son la savia de algo grande

es la sangre de la mortalidad

y de la inmortalidad en si misma.