Un día despertarás con los labios cosidos y los ojos pegados con pegamento, atado a una roca la cual te aplasta cada vez más hundiéndote las vértebras, mientras tus pies ensangrentados intentan dar un paso más.
Un día te despertarás sin libertad, entonces sabrás que ese día ha llegado. No podrás aceptar tu condenación, entonces intentarás alcanzar aquello que deseas y sin embargo ya no habrá solución. Debiste alzarte antes que impusieran sus cadenas, te sacaran los ojos y cosieran tus labios. Pues cuando lo viste, que ellos llegaban, tan sólo sonreíste abriéndole los brazos confiando en su buena voluntad.
Eso somos hoy, eso es el pueblo. Somos seres que se alzan de Norte a Sur, de Este a Oeste, y lo hacemos porque los grilletes aún no están puestos. El pueblo no se rinde, el pueblo está vivo... ¡El pueblo quiere seguir soñando pero sin ser manipulado! ¡Basta ya de mentiras! ¡Basta ya de vuestra política asfixiante! ¡Decimos no!
¡No dicen los mineros! Salieron de su oscuro pozo para gritar a pleno pulmón tomando aire cargado por aplausos de los suyos.
¡No dicen los de astilleros! Cada puente tomado será la bandera de la libertad, cada grito alzado será un paso más hacia sus sueños.
¡No gritan los bomberos! Están cansados y llenos de yagas, el fuego de la mentira y la opresión les han hecho salir de entre las llamas deseosos de apagar el egoísmo del gobernante.
¡No grita el padre y la madre que van al paro! Los ERE de los ayuntamientos, los cuales siguen con sus políticos principales inflando sus cuentas corrientes pero los barrenderos, limpiadores, oficinistas de medio pelo y todos aquellos que explotan por cuadro duros, algunos que tienen el sueldo congelado desde hace años, van a la puta calle como cientos de empresas pequeñas que no se les ayuda como se ayuda a las grandes, las multinacionales que hacen su agosto aquí y luego se llevan los beneficios para chupar del bote en otro país.
¡Ya estamos hartos!
¡Ya estamos cansados!
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