Y renaceré como el cuervo, te encontraré tras la muerte, para atraparte entre mis garras y destrozar tu cuerpo con mi frenético deseo. Regresaré para amarte.

sábado, 15 de octubre de 2011

Falsas sonrisas

Con una sonrisa en los labios, esos mismos que presionaban mi cigarrillo, me adentré por aquella neblina tan londinense. Mis pies se sentían cansados, pero había recorrido tantas veces aquel barrio que dudaba que no quisieran seguir soportándome. Mi sombrero cubría parte de mis ojos, era de ala ancha y negro como la misma boca del diablo. Mi gabardina rozaba el asfalto, una lengua oscura que me dirigía exactamente hasta el final de una calle sin salida.

-Maldita sea.-murmuré antes de encender mi zippo y prender de una vez mi cigarrillo.-Juraría que era aquí.-dije sacándome el sombrero para echar hacia atrás mis cabellos.

Mis ojos pardos recorrían todo aquel callejón, sin dejarse rincón alguno. A pesar que conocía la ciudad, sobretodo esa parte, parecía haberme perdido y quizás era culpa de esa extraña niebla. Era tan densa que podía cortarla con uno de mis cuchillos.

Di una honda calada al cigarrillo, para colocarme bien mi sombrero y dejar que la nicotina saliera por mi nariz. Parecía un dragón, uno de esos crueles que deben habitar el infierno.

-Maldito vicio.-dije después de toser.-Acabará conmigo.

Unos pasos apurados y precipitados vinieron hacia el callejón. La respiración agitada de aquella sombra de mediana altura me resultaba familiar, para después hacerme sonreír de lado al verlo. Ahí estaba él, con sus cabellos rubios bien revueltos y una gabardina parecida a la mía pero de un llamativo color rojo.

-¿Lo has encontrado?-dijo sin aliento.-Casi me pierdo.

-No.-respondí tirando la colilla para pisotearla.

-¿Seguro que era aquí?-preguntó caminando con elegancia, como la de un gato callejero, hasta quedar frente a frente.-Kurou, te estoy hablando.

-Seguro.-dije antes de sonreír de lado.-Pero quizás era a dos calles, tal vez a tres. Con esta niebla uno ya ni sabe.-mi acento inglés era muy distinto al suyo, tenía esa fragancia exótica de asiático indomable.

-Ya veo.-respondió rodando los ojos.-Casi ni puedo verte, eres como esa planta de judías.-rió como un chiquillo burlándose de nuevo de mi enorme tamaño.-Anda, sonríe un poco.

Forcé mi sonrisa, aunque mi alma reía y sonreía cada vez que lo contemplaba como un animal salvaje. Me atraía tanto aquel joven japonés que me turbaba. Nunca me había sentido así ante la presencia de un hombre, a decir verdad... ni siquiera las mujeres habían conseguido tal cosa.

-Eso no vale, es una falsa sonrisa. Yo creo que te enseñaré a sonreír, haré que termines sonriendo a carcajadas. A las chicas les gustan los hombres con una bonita sonrisa, no una de asesino en serie.-me tomó por la corbata como si fuera un perro, pero no me importó. Mientras hablaba yo caía como en una hipnosis.-Anda, vamos... buscaremos mejor por otro lugar.

Me había enamorado. Esa noche me había dado cuenta de ello y no era la niebla lo que me distraía, me distraía ese pensamiento. Había sentido celos por aquella chica con la que se había citado el día anterior, me molesto ver como la besaba y luego reía. Sin embargo, yo era sólo su escolta y un monigote enorme del cual burlarse casi a diario.

Jamás olvidaré ese húmedo octubre.








Dedicado a Marisol y Kiseki.
Tears For You es la novela que se está dando en el blog LestatdeLioncourt666
Kurou, junto a Yoshiki, pertenecen a sus líneas.

1 comentario:

Lin Sekiei dijo...

Nyaaa~~ Muchas gracias, eres un amooor~! >/////<
Me ha gustado, sí~! Y aunque Kurou sea tan serio, eso lo hace aún más encantador, pero Yosh hará que sonría :3
Como siempre digo Yosh x Kurou forever!♥♥ YAY! Siempre amaré a esa pareja ♥
Besos!

Derechos de Autor y Licencia

Safe Creative #0906284062744
muerte por vida
un precio caro
pero habitual
somos animales
somos todos animales
hijos de un dios
hijos de las sombras
hijos de la eternidad
no podemos renegar
no podemos olvidar
incluso lucifer fue engendrado por él
la concepción que él nos ha dado
nos ha hecho ser como somos
por eso matamos
porque está en nuestra naturaleza
¿somos tan terribles?
¿más que un asesino despiadado?
¿más que un dictador?
¿más que un hombre que enseña a su hijo a matar avecillas?

...

no somos monstruos
simplemente sobrevivimos...
con tu sangre
con tu alma
pero es supervivencia.

aqui gana el más fuerte

Sueños - AWR


sueño profundo y doloroso... sueño de sangre y noche
sueño contínuo en lo eterno...
sintiéndote navegar en eter...
un eter que se vuelve fangoso... rojizo... sublime
¡Sangre!... sólo sangre... cálida y fresca... deslumbrante
nube vamporosa con aroma a mujer...
la primera víctima de la noche... la elegida.
tacones lejanos con contoneo de caderas carismático...
para luego escuchar un grito de terror...
y luego...
y luego... NADA

Dama Sombría

Dama de las sombras
mujer de corte oscura
tú vienes a cortar el último hilo de vida
el último aliento..
cruel dama nocturna
cruel mujer...
que viene junto a la muerte, de la mano
señora que sonríe... que se jacta de mi destino
mientras la calavera señala mi destino... un foso... un lugar junto a la tierra y sus gusanos.
hoy yaceré muerto al despuntar alba
hoy... habrá acabado mi andanza por la tierra
hoy descansaran mis huesos, pero no mi alma.
Si bien... cruel aunque hermosa
desfilaras con la muerte, danzarás con ella, y la luz del día disipará tu figura.
tal vez lloren por mí, canten salmos y las campanas repiquen...
como tal vez termine como Paganini... en un carro... esperando sepulcro durante años.
danza y ríete de mi miseria
hija de la noche
mujer que no da tregua...
capa oscura y pesada, fúnebre sombra
que engalana el manto de la muerte.

somos idiotas afortunados

La vida cae... en una persona... el telón cae

cae pero otra empieza

empieza en un mundo rojo.... teñido por la sangre

con el ruido del tañir de las campanas de una muerte que yace en el campo santo del olvido...

un mundo donde los esperanzados son pocos...

y los diablos sin rumbo muchos

somos diablos

pobres almas

desamparados

odiados hombres de paja

que añaden a la historia... a la historia del día a día...

historia que despreciamos y amamos por igual

somos idiotas

que no agradecemos lo que tenemos

que detestamos el suelo que pisamos

pero cuando van a levantar la hoz para que espiremos... gritamos, lloramos y rogamos.

somos afortunados

y no nos damos cuenta

que esos pequeños baches

que esas soledades

y esos silencios sin sustancia

son la savia de algo grande

es la sangre de la mortalidad

y de la inmortalidad en si misma.